Seguimos comprometidos a hacer iglesia, minuto a minuto, con nuestros
dones y talentos, con nuestras fuerzas puestas en Dios para no desfallecer,
incluso en estos tiempos de dificultad y persecución que vive nuestro país.
Confiamos en Dios y en su bondad al darnos una gran familia que con fe entrelaza sus manos, unas con otras, para seguir avanzado en los propósitos
eternos de nuestro Padre celestial; una familia que da para avanzar.
Es por esta razón que una vez más nos uniremos
movidos por esta época de amor, generosidad y agradecimiento,
para seguir viendo el poder de Dios actuar en medio de la unidad.